Desde 1915, Rubi Rubi celebra el arte de la joyería con piezas que combinan tradición familiar, oficio artesanal y una mirada contemporánea. Bajo la dirección de Edith Miroznik, cuarta generación de joyeros, la firma mantiene vivo un legado que transforma metales y piedras preciosas en símbolos de historia y elegancia.
Con más de cien años de historia, Rubi Rubi se ha consolidado como una de las casas de alta joyería más emblemáticas del país. Esta firma familiar ha transmitido de generación en generación la pasión por la orfebrería, el trabajo artesanal y la búsqueda constante de la excelencia.
Hoy, Miroznik, continúa el legado de sus antepasados, transformando metales y piedras preciosas en piezas únicas que reflejan creatividad, dedicación y amor por el oficio. Cada joya es el resultado de un minucioso proceso que abarca desde la inspiración y el diseño hasta el acabado final, donde la técnica se une con la emoción para dar vida a verdaderas obras de arte.
En cada creación de Rubi Rubi se entrelazan tradición y vanguardia, historia y expresión personal. Un legado que sigue brillando, reafirmando que la joyería, más que un oficio, es una forma de perpetuar la belleza a través del tiempo.