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Jue, Abr

Tabaquismo: Un mal en crecimiento

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En la Argentina, aproximadamente el 30% de los adultos fuma activamente y 2 de cada 5 enfermos respiratorios crónicos a causa del tabaco, son mujeres, situación que lleva a pronosticar que en una o dos décadas las enfermedades asociadas al tabaquismo serán la primera causa de mortalidad y una prevalente causa de discapacidad.

El neumonólogo de la Fundación Cidea (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias) y del Hospital María Ferrer, Ricardo del Olmo, nos explica qué produce en el organismo el consumo e inhalación de combustión de tabaco y por qué genera adicción, entre otros datos.

El consumo e inhalación del humo de combustión de tabaco tiene facetas negativas en todo el organismo. Las más reconocidas son las afecciones en el sistema respiratorio y cardiovascular; sin embargo, el daño es general. Es una enfermedad que además causa una fuerte adicción.

La gente reconoce claramente las enfermedades cardíacas y pulmonares asociadas al tabaco, pero tiene poca información sobre la disminución de los años de vida, la asociación con osteoporosis sobre todo en mujeres, la asociación a cáncer en diferentes localizaciones como pulmón, labio, lengua, esófago, vejiga y otros, el envejecimiento prematuro, la afección periodontal y otras. 

Es importante considerar, además, que no sólo se afecta quien fuma activamente sino también a quienes lo hacen de forma pasiva y los que inhalan de manera terciaria los productos nocivos que persisten en el ambiente y depositados sobre superficies a donde pueden adherirse. Otro aspecto a considerar es el pasaje de esas sustancias nocivas a través de la placenta o la exposición de niños cuyos sistemas son más vulnerables.  

Del Olmo también manifiesta por qué la inhalación de humo de tabaco cumple con todas las características de una adicción: ¨La nicotina actúa a nivel cerebral en lugares especiales llamados receptores y produce una recompensa, manifestada por el placer que manifiestan los fumadores. Y se inicia un circuito que en la mayoría de los fumadores lleva a dependencia física y psíquica a la nicotina, con el desarrollo de abstinencia (nerviosismo, insomnio, irritabilidad) cuando deja de consumir la sustancia. Como puede apreciarse muy similar a otras sustancias adictivas. Mientras tanto, otros componentes del humo de tabaco (hay más de 600 reconocidos químicamente) también producen daño en el organismo¨. 

Aumento del consumo del tabaco en mujeres:

Entre las últimas estadísticas, la Argentina muestra un importante incremento de la tasa de enfermedad respiratoria producida por el tabaco en general, sobre todo en mujeres. ¨Ello se debe al aumento del tabaquismo ocurrido en décadas pasadas en las mujeres, igualando o incluso superando los índices masculinos.

Todo este incremento del uso de tabaco en la mayoría de los países del mundo, en especial en los países en desarrollo, llevan a pronosticar que en una o dos décadas las enfermedades asociadas al tabaquismo serán la primera causa de mortalidad. Y no menos importante, una prevalente causa de discapacidad.

Con relación a la implementación de políticas públicas para la lucha contra el consumo de tabaco nuestro país muestra retraso. Lentamente, se inicia la toma de conciencia sobre el importante perjuicio económico que las enfermedades asociadas al tabaco producen, mucho más que cualquier ingreso por impuestos o fuente de trabajo que el tabaco pueda producir.

Recomendaciones:

-Toda persona expuesta al humo de tabaco, si tiene más de 40 años y posee síntomas respiratorios (tos crónica durante 2 meses en otoño-invierno, sensación de falta de aire sobre todo al realizar algún esfuerzo) pueda realizar una sencilla prueba que se llama espirometría, que puede detectar la presencia de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). Ésta es la afección más frecuentemente asociada al tabaco en el sistema respiratorio. Es importante el diagnóstico temprano de esta enfermedad ya que su progresión se asocia a la persistencia del tabaquismo. El médico y el paciente, deben hacer los esfuerzos necesarios para lograr la cesación tabáquica, o sea que la persona deje completamente de fumar. Ello ha demostrado claros beneficios, aún con la presencia de EPOC. La intervención médica y el uso de algunos medicamentos son de ayuda para dejar de fumar y controlar la adicción.

-Para dejar de fumar, del Olmo sugiere visitar a especialistas: Hay cardiólogos, clínicos y neumonólogos muy preparados. El fumador debe reconocer que está ante una adicción que no es sencilla en su manejo. Con la consulta adecuada, la ayuda profesional y de algunos medicamentos se puede lograr el abandono del consumo. Y por ello son necesarias además políticas de Salud Pública para combatir esta adicción que tanto daño causa (en lo personal, social y económico), como desalentar la producción, el consumo y la venta.

-El abandono del tabaco está asociado a una mayor expectativa de vida, a una mejor calidad de vida y mejoría también de la evolución de los que ya están enfermos, por ejemplo los pacientes con EPOC. O sea, vivir más y mejor. Y existen algunos beneficios a corto plazo como, la disminución de la tos, recuperar gusto y olfato y disminuir infecciones bronquiales.