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Vie, Mar

Ginecoestética: algo más que rejuvenecer

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La última tendencia en medicina estética es el llamado rejuvenecimiento vaginal (o, en términos más abarcativos, la ginecoestética), que busca desandar el paso de los años y de los partos en el aparato genital femenino, así como también resolver algunos problemas funcionales que puedan estar obstaculizando la vida sexual.

Se trata de una nueva tendencia que surge de la propia demanda de las pacientes, que comenzó en los Estados Unidos y en Europa, y que ahora se está desarrollando en la Argentina. El rejuvenecimiento vaginal es una técnica que ha ganado popularidad, es la que más aumentó durante el último año, el requerimiento de los procedimientos de ginecoestética, también suelen dar respuesta a problemas funcionales que dificultan la vida sexual. 

Las pacientes que visitan el consultorio del especialista en medicina estética, son mujeres que consultan a veces a partir del primer parto, y que, por lo general, sus edades oscilan entre los 35 y los 45 años. 

La lista de procedimientos que abarca la ginecoestética es amplia, e incluye desde tratamientos mínimamente invasivos hasta cirugías como el ya mencionado rejuvenecimiento vaginal. Los más sencillos son la infiltración con ácido hialurónico del punto G, para permitir más satisfacción durante la relación, o de los labios mayores y menores de la vagina, para devolverles la turgencia que pudo haberse perdido. 

El ácido hialurónico que se emplea para amplificar el punto G es el mismo que se utiliza en estética facial para rellenar pómulos. 

Uno de los procedimientos más novedosos es el uso del plasma rico en plaquetas para el tratamiento de la sequedad vaginal. Se obtiene a partir de la misma sangre de la paciente, que es filtrada para aumentar la concentración de plaquetas, que, aplicadas dentro de la mucosa vaginal, estimulan la secreción de ácido hialurónico, colágeno y elastina, lo que mejora la lubricación y evita el dolor durante la relación. 

Estas técnicas han evolucionado y han mejorado mucho en los últimos tres años, que fue cuando se comenzaron a usar. Y lo que queda claro es que se trata de una tendencia que nace de la demanda de las pacientes y que en los próximos años se va a desarrollar mucho más.  

Es de destacar que este tipo de tratamientos, surgieron de la demanda de las pacientes bajo una mirada estética pura. Muchas de ellas concurren a la consulta  por otros motivos, y en el examen físico o en el interrogatorio acerca de su ciclo menstrual es donde hacen referencia a las secuelas post parto, sequedad vaginal, prurito y dolor durante el acto sexual. 

En el caso del tratamiento estético no quirúrgico, la paciente retoma a su vida normal el mismo día de la aplicación, con las recomendaciones, generales para cada caso en particular, y las medidas de higiene necesarias.