La nutrición para una vida saludable

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     No es la primera vez que habrás escuchado la frase “Somos lo que comemos”, y es así. La nutrición es el parámetro fundamental de la vida, si nos ponemos a pensar, la alimentación está relacionada con todo lo que hacemos.

     El alimento es social, no existe reunión en donde no esté la comida de por medio, y los hábitos y costumbres que tengamos y adoptemos son fundamentales para una vida sana.

     Los requerimientos nutricionales varían a medida que las necesidades de tu cuerpo se modifican en las diversas épocas de tu vida. A veces demandamos más energía, como en la infancia, en el embarazo, en la lactancia, cuando estamos enfermos o recuperándonos de una enfermedad o lesión, ya que si no hay energía suficiente la recuperación será más lenta o no existirá.

     Una nutrición completa servirá para armarnos, para defendernos contra enfermedades, para obtener la energía suficiente para las actividades cotidianas, para otorgar a cada función del organismo lo que necesita para trabajar correctamente.

     El funcionamiento adecuado del organismo requiere de la ingesta diaria de nutrientes esenciales, éstos se encuentran en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, productos lácteos, carnes magras (con muy poca grasa), pescados, mariscos y aceites. Los Nutrientes se dividen en cinco grupos: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, y un grupo importantísimo, las Fibras. Casi todos los alimentos tienen en mayor o menor cantidad estos nutrientes por eso una alimentación saludable consiste en comer variado.

     Para que podamos vivir, el cuerpo toma la energía de los alimentos. Ésta es utilizada en funciones vitales inconscientes como el respirar y para el trabajo rítmico del corazón. Pero también para las que son concientes como las actividades cotidianas de leer, ver televisión, hacer ejercicios y deportes; incluso pensar y dormir.

     Por eso, si tu alimentación no tiene algunos de los grupos que te nombré antes, tu rendimiento no será el óptimo y estarás en búsqueda de algún desequilibrio nutricional que puede desencadenar por ejemplo, en trastornos cardiovasculares por exceso en el consumo de grasas saturadas (que se encuentran en grasas de alimentos de origen animal); o el bajo consumo de lácteos que provoca a lo largo de los años osteoporosis; la falta de hierro contenido en su mayor proporción en las carnes que produce anemia, etc.

     Hay que hacer una ecuación con la energía que proporcionan los alimentos: equilibrar su aporte con lo que gastamos. Si nos excedemos con las comidas que nos brindan mucha energía la sobrante se va a depositar como tejido adiposo o grasa, lo cual se traduce en sobrepeso y si es mayor aún, en obesidad lo que conlleva a su vez, a diversas enfermedades como diabetes, hipertensión, trastornos cardiovasculares, cáncer y problemas en las articulaciones. Caso inverso, si gastamos mas energía de la que consumimos perderemos peso.

     Es en este principio en el que se basan los planes de alimentación para adelgazar, pero hay que tener cuidado porque también genera inconvenientes en la salud, además de reducir la expectativa de vida a causa de que no sólo se reduce la cantidad de alimentos sino también la calidad, por eso esto tiene que estar controlado por un profesional.

     Hay que reconocer cuán importante es nuestra alimentación y el ejercicio físico, para tener una vida saludable.

     Este es el lineamiento que quiero proponerte, que te animes a reconocer el camino para iniciar una vida sana y que puedas modificar hábitos y adquirir lo que es bueno para vos.

     Los cambios deben lograrse lentamente para que sean asombrosos y permanentes porque si son rápidos no van a ser saludables ni van a hacer que logres adaptarte a la modificación de hábitos, que es lo más importante.