Con las adicciones el cuerpo entero sufre deterioro. Cuando se consume frecuentemente y en cantidad alcohol, se suele pensar que sólo se producen alteraciones hepáticas, pero hay más; como las transformaciones cardíacas y musculares, el desequilibrio psíquico, y la función psicomotriz, que, al igual que la neurológica, es la que más sufre y puede provocar demencia, falta de coordinación en los movimientos y hasta la muerte por coma alcohólico. Además, las lesiones neurológicas por lo general son irreversibles.
A nivel del hígado produce insuficiencia hepática, pudiendo llegar a la cirrosis que es una fibrosis del órgano, que hace que no responda a las funciones de depuración y de almacenamiento de carbohidratos, que si no es tratada a tiempo puede llevar a la muerte.
El alcohol es uno de los depresores más importantes del Sistema Nervioso.
En la primera etapa de la forma aguda hay euforia, desinhibición, luego depresión o agresividad, hasta se puede llegar a tener alucinaciones, pérdida de la visión transitoria y entrar en coma.
A nivel cardíaco es cardiotóxico sobre las células miocárdicas, ese efecto es por déficit de Tiamina (Vit B) por no tener una dieta balanceada y adecuada, produciendo cuadros de isquemia miocárdica, dilatación cardíaca (insufic. cardíaca), infarto miocárdico y arritmias que pueden llevar a la muerte súbita.
A nivel deportivo el alcohol produce disminución del rendimiento, de la fuerza, la potencia, la tolerancia muscular y del tiempo de reacción.
A nivel psicomotor afecta la coordinación dependiendo del tiempo y si se está bajo efecto del alcohol o no en ese momento.
Los resultados del tratamiento son a largo plazo, con equipos multidisciplinarios de seguimiento, grupos de autoayuda, y la contención por parte de la familia y amigos en esta etapa es muy importante.
Cuando fallan los tratamientos ambulatorios el único camino es la internación.