Dentro de los tratamientos con los que contamos hoy para el rejuvenecimiento facial no quirúrgico, el empleo de la toxina botulínica (botox), sigue siendo el de mayor elección para atenuar las arrugas de expresión.
La toxina botulínica, ejerce su efecto en la unión neuromuscular inhibiendo la liberación de un neurotrasmisor llamado acetilcolina que produce la relajación muscular. En términos más sencillos, impide la acción del nervio sobre el músculo, dejándolo relajado y quitando la sensación de cansancio facial.
El botox para uso cosmético es extremadamente seguro, tiene muy pocas contraindicaciones, como por ejemplo en aquellos pacientes que poseen una enfermedad que se llama miastenia y por supuesto, durante el embarazo.
Las líneas de expresión y arrugas faciales tienen una etiología multifocal, podemos citar la exposición al sol, la pérdida de las fibras elásticas, atrofia de la piel y contracción muscular excesiva. Si los músculos subyacentes de la piel se contraen, se forma un pliegue en ella y eso se traduce en arrugas. Por lo tanto, las inyecciones de toxina botulínica son utilizadas para minimizarlas y en algunos casos hacerlas desaparecer.
Los lugares más frecuentes de aplicación en medicina estética son las arrugas frontales, el entrecejo, cola de cejas y las arrugas periorbiculares externas o patas de gallo.
Hoy contamos con aplicaciones de avanzada como es la región del nacimiento de las pestañas del párpado inferior para combatir esas arrugas rebeldes que tiene. También se realiza en el músculo maseterino para devolverle el ovalo a la cara.
La aplicación en cuello da resultados realmente sorprendentes y de mayor durabilidad que otros tratamientos cosméticos, lo mismo ocurre con la aplicación en las arrugas peribucales, que son las que están alrededor de los labios.
Es muy común escuchar en la consulta el temor de las pacientes a quedar inflamadas ya que confunden la aplicación de botox con materiales de relleno. Pero en realidad, no inflama ni rellena, apenas terminada la aplicación quedan en la piel unas sobreelevaciones producto de la inyección misma que desaparecen en el transcurso de 15 minutos.
La paciente puede retomar su vida normal apenas sale del consultorio, con las siguientes indicaciones
- no recostarse las primeras 4 horas posteriores a la aplicación de la toxina
- no realizar actividad física el día de la aplicación
- no manipular ni colocarse hielo en la zona de aplicación
La durabilidad del botox depende de la cantidad y la calidad de arrugas del paciente, esto es, períodos que abarcan de los 4 a los 9 meses, y a medida que se van repitiendo las aplicaciones, la calidad de la arruga mejora notablemente, ya que al tener el músculo en relajación por determinado tiempo, cuando la arruga vuelve a expresarse lo hace con menos intensidad.
Este método debe ser realizado por médicos especialistas y dentro de un consultorio médico.