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Sáb, May

Jugar con nuestro bebé

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 Seguramente cuando lleves a tu bebé a tu casa por primera vez, vas a estar  asustadísima y vas a hacerte millones de preguntas, pero a medida que pase el tiempo, se van a ir calmando los miedos. Vas a darte cuenta que, al fin y al cabo, el bebé sobrevivirá a la inexperiencia.

En el día a día vas a saber cada vez más sobre él, aprenderás que no hay que esperar mucha interacción con un recién nacido pero que eso no significa que jugar con él no sea importante.

Desde el primer día, tu bebé está interesado en lo que sucede a su alrededor. Dentro de su cabecita, están pasando muchas cosas, se están realizando conexiones y la información está siendo procesada y clasificada.

Los juegos contribuyen a armar este rompecabezas, a medida que tu bebé crece son cruciales para su desarrollo social, emocional, físico y cognitivo, también los acerca a ambos, a vos y al pequeño, y hace que el tiempo que pasan juntos sea mucho más placentero. Recordá que cuanto más ría tu bebé, menos llorará.

La repetición es importante, muchos juegos no funcionarán la primera vez que los hagas, pero a la larga, si continuás esforzándote, va a comenzar a soltar una carcajada cuando escojas un juguete en particular.

El lapso de tiempo en que tu bebé prestará atención variará mucho dependiendo de su edad, su temperamento y su estado de ánimo. A veces podrá disfrutar de un juego por unos veinte minutos, pero lo más común es que necesites cambiarlo más o menos cada cinco minutos. Sabrás que tu bebé está disfrutando de tus payasadas cuando te mire o te sonría. Pero si te esquiva, mira para otro lado o llora, es momento de jugarle con otra cosa o lo dejes descansar.

Algunos bebés se excitan con facilidad. Si el tuyo comienza a llorar durante el tiempo de juego, no te desesperes. Cambiá a una actividad más tranquila, por ejemplo, hacele mimos, enseñale libros con imágenes, cantale canciones suaves o dale el pecho.

Tené en cuenta que no a todos los bebés les gustarán todos los juegos que supuestamente son los apropiados para su edad. Seguramente todo esté perfecto. Quizás tu bebé sea un poco más lento que el supuesto bebé "promedio" en este aspecto, pero puede estar adelantado en otras cosas.

De todos modos, si sospechás que tu pequeño tiene un retraso en el desarrollo, hablá con su médico y quitate todas las dudas.