Lo contrario de un buen amor es el apego que también se manifiesta cuando no nos encontramos a gusto en un vínculo y sabemos que hemos de ponerle punto final y no lo hacemos. Estiramos y estiramos la decisión hasta que el final en lugar de ser armonioso se transforma en conflictivo y amargo. Sí, es posible decir adiós sin tantos costos emocionales. La clave es reconocer el momento justo para cerrar el ciclo.
Estas preguntas pueden ayudarte a tomar la decisión: