Una gran cadena de cuestionamientos de nuestra vida puede generarnos ganas de un vuelco profundo, pero suele suceder que aunque querramos cambiar, no podemos. ¿Cómo pasar de la pasividad a la acción? Cambiar es complicado, pero no imposible, aunque a veces hay otras cosas que complican nuestras mejores intenciones.
Psicología
¿Para qué y con quién hacer terapia?
La terapia es una de las formas existentes de poder lograr el cambio que queremos. La gente suele acercarse a un consultorio después de que las cosas en su vida están de una manera casi insostenible y donde el nivel de angustia es muy alto. Suelen sentir que no pueden con sus vidas y que todo, poco a poco, se va desmoronando sin poder hacer nada o sin saber qué hacer.
Ritmos de vida
Cuando el ritmo de vida es rápido y nos topamos con “gente lenta”, nos provoca sentimientos de “odio”. Lo vemos en situaciones cotidianas en las que venimos andando rápido y tenemos que negociar nuestro apuro con gente que camina a paso lento, tarda en bajar de un taxi, etc.
Desde que puedo andar más lento por la vida, deseo no tener que volver a correr ni sufrir de urgencias permanentemente.
Los años no vienen solos
Los años no vienen solos, llegan con todo lo vivido. En general tendemos a abatirnos con el recuerdo de los momentos tristes, más aún cuando se actualizan.
Darle mayor poder a las alegrías y resignificar con un manto de benevolencia las tristezas es una forma de activar los sentimientos de esperanza, de ilusión. Tenemos el DEBER de no perderlos o en todo caso, de volver a generarlos.
El arte de vivir
Desarrollar el arte de vivir, muchas veces comienza por aprender a narrarse las vivencias más cotidianas de un modo distinto. Haciendo foco en los aprendizajes, las oportunidades, la gente buena, el amor, las posibilidades y la belleza, pero sin desestimar la oscuridad, porque ella es parte del todo al que pertenecemos y que, incluso, nos contiene con lo que es, con lo que hay.