En el mundo de hoy, las arrugas ya no tienen por qué ser eternas.
Es un hecho indiscutible que aumentan cuando decae la producción de colágeno en la piel y que tres de cada cuatro mujeres están afectadas por este problema, pero si bien han comprobado la existencia de tratamientos que las combaten, consideran que muchos son invasivos y presentan efectos colaterales considerables.