Durante la primavera y el verano nuestro cabello se encuentra más expuesto a los agentes externos que los pueden dañar, como el sol, el mar, el cloro de la piscina y el aire acondicionado. El sol es el que directamente daña el cemento intercelular que asegura la cohesión de las escamas que protegen el cabello. Como consecuencia, éste pierde su resistencia, solidez, brillo y suavidad.
Si vas a tomar sol en la pileta o el mar, los especialistas de L`Bel y Cyzone te acercan algunos consejos que debés tener en cuenta y poner en práctica.