Cuando salimos de una relación, necesitamos un tiempo de duelo, procesar que nuestra vida ha cambiado y acostumbrarnos a nuestra nueva condición sentimental. El cambio – créase o no - puede resultarnos agradable con el tiempo y podemos, inclusive, aquerenciarnos con nuestra soledad hasta que en algún momento nos den ganas de formar pareja una vez más, de apostar al amor.
Es probable que, si fuimos dejados, hayamos quedado algo sensibles y tengamos miedo al rechazo. Es natural, pero tampoco es algo a lo que no hayamos sobrevivido antes. Así que a no bajar los brazos si estás buscando recomenzar en el amor: